El talento es un ingrediente esencial en la creación
Los complementos son los que definen el estilo en una propuesta de moda y para que causen un impacto innovador y sean bien recibidos por el público y la industria deben ser creados con grandes dosis de talento. Estas ideas pueden ser algunas de las conclusiones principales que hayan sacado los más de treinta alumnos asistentes al curso Tendencia de moda. Complementos que complementan. 31, La Rue Cambon, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Tenerife.
El curso, dirigido por la profesora de Artes Plásticas y Diseño Sara de la Cuesta Taboada, comenzó ayer con la intervención de Inmaculada Urrea Brand Meaning Advisor de Sofoco Media, que intervino con la conferencia Coco Chanel, la visionaria de los complementos. El programa de la tarde incluyó también la participación de la diseñadora de joyas Paloma Canivet, que introdujo a los alumnos en su actividad a partir de su singular experiencia.
Chanel fue la gran innovadora en el sector de la moda, una de las primeras mujeres de la industria de la moda femenina, pionera en casi todo: de las primeras que se cortó el pelo, la primera que usó prendas masculinas para vestuario femenino, la primera que redujo el tamaño de las faldas, la primera que vistió a las mujeres con pantalón… Muchas de las opciones creativas de la diseñadora francesa parten de su experiencia vital, por eso Inmaculada Urrea recorrió la biografía de Chanel para explicar el origen de sus innovaciones.
Igualmente, en su búsqueda de sobriedad e influida por las corrientes culturales de principios del siglo XX, Chanel simplificó la gama de colores de su vestuario y subió a la pasarela las prendas de trabajo tanto masculinas como femeninas. Esta fue alguna de sus “venganzas” sociales: vistió a las clases altas con recreaciones de los uniformes que empleaban las mujeres trabajadoras en los talleres de costura y con las ropas de marineros y otros oficios masculinos.
Defensora de la independencia de la mujer, este impulso vital la llevó a crear un nuevo concepto de feminidad, una nueva forma de relación de la mujer con los hombres, el poder y el dinero. En su nuevo concepto de la moda, Chanel introdujo los complementos como tarjeta de presentación de un estilo. Así llegó a los perfumes y a la bisutería. El Nº 5, su fragancia más conocido, es el primer “perfume abstracto”, señaló Urrea, porque es una combinación de 80 esencias que no remite a ninguna de ellas. La bisutería, por su parte, al ser más barata que las joyas, permitía a las mujeres acceder al complemento sin necesidad de recurrir al regalo que solo podían hacerle los hombres. Fue un paso más en la creación de esa mujer independiente que siempre defendió la diseñadora.
Talento creador
Ese talento creador del que hizo alarde Chanel es en lo que confía la diseñadora de joyas Paloma Canivet, que, guiada por una concepción muy intuitiva de su trabajo, ha sido capaz de crear piezas exclusivas en un sector muy hermético, el de la joyería, un mundo que era “cien por ciento masculino” cuando ella se introdujo en este sector, en los años 80 del siglo pasado.
Canivet relató su trabajo a los asistentes a partir de un muestrario de piezas originales, que le permitió explicar el proceso en el que construye una joya a partir de un encargo. Autora de piezas únicas, la diseñadora, que vende joyas en museos y galerías de arte y ha trabajado durante años para los desfiles de grandes diseñadores de moda, indicó que le gusta “escuchar lo que pide el que encarga”.
“Me gusta ser camaleónica, travestirme”, dijo para explicar cómo en el proceso de trabajo se deja guiar por su intuición: “Olfateo cosas, veo cómo está el aire, sin entrar al detalle”. El trabajo intuitivo es “imprescindible en la pasarela”, dijo, señalando también que “el mundo de la moda es muy estimulante y me ha servido para inventar cosas nuevas”. El estímulo proviene de la cantidad de cosas “que se cuecen” en el taller del diseñador, mientras que el taller del joyero es un lugar “muy solitario”.
Cuando hace sus joyas, a Canivet le gusta que las piezas tengan funciones diversas, que se adapten al cuerpo, que no sean rígidas y que tengan color”. En el caso de las joyas que se hacen para un desfile de moda, en cualquier caso “se trata de encontrar el color, el sabor que debe tener el desfile”. De ahí que la autora haya llegado a crear sus aportaciones para los desfiles con elementos efímeros al tiempo que radiantes y eficaces, que luego la han inspirado para elaborar piezas en su propio taller.