Feria de la edición de Canarias

“Los guardianes de Picasso ocultan que fue un bribón importante”

El periodista y escritor Maurilio de Miguel presenta ‘El enigma sobre Picasso’ en la Feria de la Edición de Canarias

“Picasso era un outsider y lo están convirtiendo en un icono conservador». Con frases tan contundentes como ésta describió el escritor y crítico musical Maurilio de Miguel al pintor español creador de la plástica contemporánea. De Miguel protagonizó la tarde del viernes pasado un Diálogo en Vivo con el periodista tinerfeño Eduardo García Rojas en el Círculo de Bellas Artes, dentro del programa de la 5ª Feria de la Edición de Canarias.

El diálogo entre ambos periodistas partió de la obra más reciente de De Miguel, El enigma sobre Picasso, una novela que recorre los años de juventud del pintor para recuperar al auténtico personaje, oculto tras la imagen oficial construida con los años después de su transformación en un autor de éxito. «Lo que me interesa de Picasso es la forja de un rebelde», subrayó el escritor madrileño, quien destacó del pintor malagueño su personificación del «riesgo en el arte». El joven Picasso del que se ocupa el autor es el pintor de provincias que, atraído por la efervescencia de la Barcelona modernista, llega al París de las primeras vanguardias, las anteriores al dadaísmo y al surrealismo. En ese París de los patafísicos, de Max Jacob y de Apollinaire, con quien más tarde el pintor confesaría que compartió la pobreza y los años más felices de su vida, Picasso mantuvo una relación intensa «con el opio y con las pistolas», en unos años «locos y suicidas». Tocado por la suerte, el malagueño consiguió no sólo sobrevivir, sino alcanzar el éxito «a raíz de su matrimonio con la bailarina rusa y su entrada en los salones burgueses».

De Miguel se ocupa justamente del Picasso anterior a ese éxito, que tiene en común con el siguiente su rigor en el trabajo y su vocación de crear un nuevo lenguaje plástico. «En la lotería del éxito, Picasso compró muchas papeletas, y le tocó», sentenció el escritor, al recordar su capacidad para dedicarse a la pintura, la obra gráfica, la escultura, la cerámica.

Picasso consiguió, además de sus aportaciones artísticas, convertirse en un icono. Es uno de los primeros artistas del que puede que se conozca más su cara que su propia obra. Además, creó una imagen de la juventud latina, mediterránea, como «esa bendita edad de la irresponsabilidad». Posteriormente, esa misma idea de la juventud sería recuperada por la cultura británica en el beatnik.

El enigma sobre Picasso «lleva inyectada una trama que explica las inquietudes de Picasso basada en una experiencia personal», explicó el autor de la novela. «Yo era músico ambulante en París cuando tenía 19 años y allí tuve una apasionada relación con una mujer que me regaló un chal con un puñado de nombres escritos» que reflejaban una sucesión de los nombres de las personas que habían ido entregando el pañuelo a sus amantes ocasionales después de un encuentro intenso. En esa especie de árbol genealógico singular se encontraba el nombre de Picasso, de forma que «Picasso y yo nos amamos a través de otros cuerpos de hombres y mujeres», dijo De Miguel.

A partir de una pregunta de Eduardo García Rojas sobre la relación entre Dalí y Picasso, el escritor explicó que «la relación epistolar entre Dalí y Picasso sólo es de ida». El pintor catalán tenía mucho interés en encontrarse con Picasso, pero éste no le hizo caso cuando se dio cuenta de que «estaba dando alpiste a un gallo de pelea».

Del mundo de la pintura de las vanguardias, el diálogo pasó a tratar sobre la música y el mundo de la cultura española, cuando se trató sobre el libro que el crítico musical dedicó a Joaquín Sabina: Eso será poesía. Sabina antes de Sabina, una vez más, una obra sobre los comienzos de la trayectoria de un artista que, según De Miguel, «fue tan rápido que le han sobrado los últimos diez años». Sabina se dedicó al rock porque llegó tarde a la canción de autor y no encontró un sitio en la sátira, cuando se encontró con un Javier Krahe, «más francés, más satírico y más agudo que él». De Miguel reconoció la recuperación del rock en plena movida madrileña y, para referirse a su distanciamiento del cantante aseguró que «nos hemos traicionado, pero seguimos siendo fieles en los recuerdos».

El prolífico periodista, que también ha sido poeta, músico callejero y disc-jockey, asesora actualmente al Ministerio de Cultura en la organización del sector de la música popular. Se trata de «sanear la relación con las instituciones para demandar de ellas el apoyo que deben», de «buscar la credibilidad del dinero público» y sanear el ambiente de la creación musical con el fin de intentar que se consolide una especie de «clase media» en el mundo de la creación musical. De Miguel ha convencido al ministerio para crear un espacio horizontal y asambleario en el que se recogen las propuestas e inquietudes del sector.

sábado
27
septiembre 2008
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